ALAS DE AMOR…

Un día pensé en volar, en tener alas muy blancas, muy livianas, tan parecidas al alma de un niño, a la concepción de la vida misma.
Eran días difíciles, en los que mi cuerpo flaqueaba, mis manos  y piernas no tenían fuerzas y mi mente volaba tan rápido que no podía alcanzarla.
Entonces soñé con mis alas, soñé con volar muy alto y sentirme fuerte, por lo menos una vez en la vida.

Al poco tiempo reflexioné y me di cuenta que los sueños son buenos si los acompañarnos con acciones y entonces para qué pensar fácilmente en mis alas, si podía recuperar mi cuerpo y aquietar la mente al compás de mis pasos…

Ese día descubrí el poder maravilloso de mi fuerza de voluntad, de mi energía para compartir y sólo mis palabras negativas, mis miedos y mis dudas volaron alto, tan alto, como para no volver jamás.

Mis sueños acompañaron a mis palabras y elevaron barriletes, con bellas intenciones de vida sobre la Tierra y sembrar grandes valores a recuperar vinieron a mi encuentro: Fe, Esperanza, Perdón, Solidaridad y Confianza.
Todos ellos en una ronda de amor viven en mi corazón, poniendo música a las palabras, fuerza a las acciones y alas de amor a los pensamientos.

Y como la vida es un hermoso cuento,  seguro la frase final será : “ Seremos felices para siempre y viviremos en Paz “ Que así sea ¡!! 

ISABEL BONOFIGLIO




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